Al menos unas 300 personas, entre ellos niños y adultos mayores, han tenido que salir de sus territorios huyéndole a un fuerte enfrentamiento que se estaría presentando entre grupos al margen de la ley asentados en las estribaciones de la Sierra de Nevada en La Guajira.
Según los afectados, desde la noche de este sábado las ráfagas de disparos los han obligado a bajar hacia las poblaciones urbanas para salvaguardar la vida de sus familias. La mayoría son campesinos e indígenas que afirman que los enfrentamientos se están presentando en jurisdicción del corregimiento de Las Palmas, cerca a las veredas El Limón y Carrizal, sector del resguardo Kogui, Malayo, Arhuaco.
Las familias desplazadas han llegado en varios grupos hasta el corregimiento de Tomarrazón, donde temporalmente se ha adecuado un albergue mientras las autoridades toman cartas en el asunto. Líderes sociales han informado a Diario Caribe que entre los afectados hay más de 140 niños y niñas, muchos menores de 5 años.
Estas familias, en su mayoría indígenas wiwas y campesinos que trabajan y residen en la zona donde se presenta el conflicto, están pidiendo a las autoridades, quienes a las 11:00pm de este domingo aun no han hecho presencia, la colaboración para que el fuego cese y puedan retornar pronto a sus hogares y lugares de trabajo.
En redes sociales han circulado varias fotos y videos de cómo las decenas de familias afectadas han salido de sus territorios en burros, caballos, caminando y con sus hijos al hombro; huyendo de la guerra que hoy protagonizan bandas dedicadas a la extorsión y homicidio selectivo en todo el departamento.
Es importante mencionar que el temor mas grande de estas familias es que sus hijos varones que promedian los 15 y 18 años sean reclutados por estos grupos al margen de la ley, que buscan seguir engruesando sus filas. Asimismo, han denunciado acoso sexual hacia las adolescentes y jóvenes mujeres.
Finalmente, se espera que las autoridades del departamento y el distrito de Riohacha conformen un corredor humanitario para atender a las familias afectadas, principalmente los niños, que durante horas han caminado para ponerse a salvos de la disputa entre estas bandas delincuenciales.