Llegan las primeras lluvias a Riohacha y con ellas, el eterno viacrucis del vertimiento de aguas residuales en distintos sectores de la ciudad. Esta problemática ambiental y social ha afectado a los habitantes de la capital de La Guajira por décadas y hasta hoy, no se vislumbran soluciones inmediatas para construir un sistema que beneficie a más de 350 mil habitantes.
Las aguas residuales o servidas son, en síntesis, aquellas en las que su calidad se ve afectada de manera negativa por la influencia de actividades de los seres humanos y consecuentemente, en la alteración de su composición natural debido a los desechos orgánicos y químicos que estos producen.
Frente a esta situación y como una forma de dar respuesta al entorno, la Universidad de La Guajira ha participado aproximadamente desde el año 2001 en proyectos para mitigar las consecuencias de los vertimientos, pero de manera puntual en el 2019, abordó un estudio sobre Alternativas de tratamiento para las aguas residuales de Riohacha.
Para este proyecto, estuvieron como responsables los profesores de la Facultad de Ingeniería y miembros del grupo de investigación GISA de la Alma Máter, Johnny Pérez Montiel, Rosa Rodríguez Fernández y Andrés Galindo Montero, quienes a su vez, convocaron a un equipo interdisciplinario de docentes expertos en el área social y la ingeniería y solicitaron el acompañamiento de funcionarios del Plan Departamental de Agua y de la Alcaldía de Riohacha, para que se sumaran a la investigación.
De acuerdo a lo indicado por el maestro Galindo Montero, se dieron a la tarea de hacer una revisión bibliográfica, frente a los avances que se tenían en este tipo de proyecto en la localidad desde lo técnico, jurídico y social. Además se avanzó con unas matrices de riesgo y se valoraron las alternativas tecnológicas que más se ajustaban a las particularidades de Riohacha para implementarlas. Allí se contó con el apoyo de expertos en el tema a nivel internacional como el investigador de México Adalberto Noyola Robles, PhD en ingeniería ambiental y autoridad en aguas residuales.
La investigación arrojó que es pertinente aprovechar la experiencia en el trato con las comunidades y la construcción en las consultas previas. Así mismo, registró que el punto del vertimiento autorizado Arroyo Guerrero, se considera inviable porque no cuenta con un flujo permanente de agua y evidencia materia orgánica y altos niveles de salinidad contenida.
En cuanto a la escasez hídrica del distrito, advierten los investigadores que es necesaria la reutilización de las aguas residuales. “El sistema de tratamiento que se implemente, debe tener incorporadas parcelas demostrativas que permitan una apropiación y aceptación del reúso y reservorios para el almacenamiento y aprovechamiento de las aguas que servirían como distrito de riego con fines agrícolas”, aclara el académico Andrés Galindo Montero.
En ese sentido, se sugiere la vinculación de la Universidad de La Guajira de forma transversal e indefinidamente en cada una de las etapas que implicaría el diseño, construcción y operación de una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), para que además de garantizar su correcto funcionamiento, se geste un proceso de apropiación en el contexto.
Finalmente, el profesor Galindo Montero precisa que frente al tema hay mucho que revisar e incluso aprovechar la coyuntura que se tiene con el actual gobierno nacional, que ha centrado sus ojos en La Guajira. “Urge viabilizar el proyecto y hacer la gestión política como de manera prioritaria porque se necesita en el departamento de La Guajira y en Riohacha. Tenemos unos volúmenes inmensos de agua residual que se descarga en el mar Caribe diariamente. Necesitamos acciones concretas y que se articulen las autoridades del orden local y departamental para que canalicen y dispongan los recursos necesarios para la construcción definitiva del Sistema de Alcantarillado”, asevera.
La investigación que duró dos meses, se perfiló como una valoración técnica y jurídica que permitirá presentar alternativas de manera rápida y eficiente para el tratamiento de las aguas servidas en el Distrito de Riohacha. Conviene destacar que la Alma Máter le ha dado respuesta con iniciativas como estas a la problemática, sin embargo, la implementación y construcción corresponde a las autoridades competentes.