La delincuencia en el departamento de La Guajira está a la orden del día. Constantes atracos a mano armada tienen en jaque a transportadores y turistas. En los últimos 15 días, usuarios de la vía Uribia – Cuatro Vías han reportado al menos cinco hurtos por personas con rasgos indígenas.
Ante la gravedad de esta situación, transportadores, turistas y comunidad en general han pedido a las autoridades hacer más presencia en los puntos críticos en los cuales se presentan estos hechos, para que así se brinden garantías a los viajeros y pobladores que cruzan estos puntos con frecuencia, sin embargo, no se ha establecido un plan de contingencia que mitigue la problemática.
Los actos delictivos más recientes han quedado registrados en videos de celulares grabados por personas que logran frenar a tiempo y evitan el hurto. En ellos se aprecia cómo los criminales interceptan los vehículos con armas largas, además de poner gigantes piedras y objetos contundentes en medio de la carretera para obligarlos a detenerse.
En los vídeos también se evidencia cómo los delincuentes armados amenazan a los ocupantes del carro que lograron interceptar -a veces de a dos- los obligan a bajarse y les exigen entregar sus pertenencias como celulares, dinero y objetos de valor, para luego salir huyendo hacia las comunidades indígenas.
En ese sentido, se hace necesario que el Gobierno Nacional y las autoridades departamentales tomen verdaderas acciones para evitar que este tipo de casos se sigan presentando, sobre todo cuando se acerca la época de Semana Santa, una temporada donde aumenta el flujo de turistas en el territorio.
Sobre el particular, en redes sociales se han incrementado los comentarios de incertidumbre por parte de viajeros, nacionales e internacionales, interesados en visitar el departamento; pues temen ser atracados y en el peor de los casos, hasta perder sus vidas en medio de las arremetidas delincuenciales.
Entretanto, Diario Caribe conoció que debido a los reiterados casos de robo y hurto en las vías del norte de La Guajira, personas que viven del comercio y del turismo, así como los conductores, están preparando nuevamente jornadas de protestas para presionar a las autoridades a construir un plan de seguridad real y no de “palabra”.