Cerrejón ha rehabilitado más de 5.000 hectáreas y ha compensado más de 3.000 “que tienen un efecto positivo en el territorio” según las conclusiones del estudio “Transformaciones Territoriales y Minería”, desarrollado por la EAN en alianza con la Asociación Colombiana de Minería.
El estudio revisó la historia del territorio mediante fotografías, cartografía y visitas, y tuvo en cuenta la experiencia de cuatro empresas: Cerrejón, localizado en la cuenca media del Río Ranchería, en La Guajira; Drummond, ubicado en la cuenca del Río Cesar; Mineros, situado en la cuenca del Río Nechí en el Bajo Cauca Antioqueño y Cerro Matoso, localizado en la cuenca alta del Río San Jorge, en Córdoba.
“Los efectos positivos se ven en el largo plazo, gracias a las actividades de rehabilitación de zonas mineras y las compensaciones ambientales que desarrollan las compañías y que favorecen la biodiversidad, el agua, la creación de ambientes o hábitats para las especies, gestión del riesgo climático, el diseño de paisajes con perspectiva generativa y las innovaciones institucionales locales”, afirmó Brigitte Baptiste, bióloga y rectora de la Universidad EAN, quien lideró el estudio.
“El estudio refleja los esfuerzos y la responsabilidad de la empresa que desde inicios de nuestra operación implementó un programa pionero en el país que nos permite rehabilitar las tierras, donde anteriormente realizamos minería a cielo abierto, y reforestarlas con especies y plantas nativas del bosque seco tropical de la mano de las comunidades. La iniciativa, en la cual intercambiamos y compartimos conocimientos empíricos y técnicos con las comunidades vecinas, nos permite asegurar procesos de restauración, fortalecer sus capacidades productivas, generar ingresos derivados de la sostenibilidad del bosque así como promover su apropiación del cuidado y salud de los ecosistemas”, manifestó Luis Madriñan, gerente de Gestión Ambiental de Cerrejón.
Dentro de los principales resultados del estudio se destaca que los proyectos mineros han contribuido al ordenamiento y conservación del territorio, en zonas donde antes predominaban actividades agropecuarias o ilegales, que la minería impulsa buenas prácticas en la gestión de los ecosistemas locales, lo que provee espacios y conocimiento para la regeneración del territorio y que el relacionamiento con las comunidades ha permitido innovar y construir capacidades para la gestión de cara al cierre de los proyectos o la continuidad de la actividad minera en el largo plazo.
Cerrejón inició los procesos de rehabilitación de tierras de forma voluntaria y como una empresa pionera en el país, antes de que fuera una exigencia legal en Colombia. Actualmente, las zonas rehabilitadas y de compensación se han convertido en una de las áreas de bosque seco tropical mejor conservadas en el Caribe Colombiano y en el hábitat de más de 600 especies de fauna y 76 especies de flora que han sido identificadas.
Estos procesos son realizados de la mano de las comunidades, por lo cual, la empresa consolidó una red de viveros conformada por cuatro asociaciones comunitarias quienes son las encargadas de producir y sembrar las plantas, que en su mayoría, son nativas del bosque seco. La iniciativa tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de estas comunidades a través de la puesta en marcha de programas que permitan consolidar acciones productivas sostenibles en su territorio.