El Consejo Superior de Palabreros, asociación de autoridades indígenas de resolución de conflictos se pronunció a través de un comunicado a la opinión pública, en rechazo ante las palabras ofensivas y denigrantes del senador Honorio Henriquez Pinedo del partido Centro Democrático, contra la senadora wayúu Martha Peralta Epinayu.
“Deprecamos la vergonzosa y quizás deshonrosa actitud del senador Honorio Henríquez Pinedo, cuya expresión de “PAYASA”, provocó más odio en unos sectores, repudio y burlas en otros, no siendo el mejor ejemplo para un País plagado y polarizado de animadversiones y rencores, construidas por las rivalidades políticas donde al parecer no se milita para construir bienestar y esperanzas de paz y bien, si no para defender los intereses de los más poderosos, en sacrificio de una sociedad mayoritaria, empobrecida y hambrienta de esperanza”, se lee en el oficio.
La actitud grosera que rechazan las autoridades indígenas de La Guajira y todo el departamento, se registró durante una sesión de la Comisión Séptima del Congreso de la República, el pasado jueves. Cabe resaltar que el documento es firmado por Rafael González Epieyu, palabrero presidente; Luis Ángel Cambar, palabrero secretario; y Juan Cambar Pushaina, palabrero mayor.
El Consejo Superior de Palabreros agregó que: “rechazamos las agresiones verbales denigrantes y racistas dirigidas contra la senadora Martha Peralta del eirruku Epinayu, por parte del señor Honorio, quien siendo miembro de una reconocida familia de la sociedad guajira, desconozca la importancia del estirpe y representación de la mujer wayuu, pisoteando su virtud al tratarla irrespetuosamente, cuya integridad constituye para todo el pueblo wayúu, símbolo de vida, al ser la mujer quien representa y simboliza el origen de la existencia y la extensión de la familia de cada eirruku”.
Asimismo, en el oficio quedó claro que este acto que atentó contra la dignidad de una mujer aguerrida que defiende los intereses de todo un departamento, de acuerdo a los principios de resolución de conflictos que impone el sistema normativo wayuu, debe ser objeto de restauración y saneamiento, a efecto y garantía de no repetición y símbolo de paz.