El uso de las energías alternativas ha despertado gran interés en algunos países, entre esos Colombia, que marca un precedente por sus riquezas naturales. Esta revolución industrial que inquieta a los investigadores, ha permeado los procesos formativos de Uniguajira, a través del docente David Hernández Martínez, quien en compañía de sus estudiantes realizan proyectos experimentales en el aula para la producción de biomasa mediante el reciclaje.
La iniciativa consiste en la erradicación de esas partículas que producen calor en los cuerpos al generar movimientos calientes. “Con base a esto, se asocian todos los recursos y funciones necesarias para producir energía eólica, la cual es fundamental para la vida cotidiana y además, considerada una fuente natural prometedora de empleo y riqueza”, expresa el estudiante de Ingeniería Ambiental de la Sede Fonseca, Carlos Jesús Guerra Castro.
Durante el proceso, los aprendices utilizan paneles fotovoltaicos y un diodo, que actúa como interruptor para generar corriente en los paneles solares, lo cual permite una electricidad más natural que abastecerá en escala reducida a las viviendas, molino de vientos y luces LED. Asimismo, los académicos usan en el proyecto algunos materiales biodegradables y reutilizables como pitillos, cables eléctricos, pasto sintético, cartón, madera, papel aluminio y tapas de botellas, con el fin de contribuir al cuidado y protección del Planeta Tierra.
El profesor David Hernández Martínez afirma que “es importante evidenciar las experiencias de investigación y presentar cómo los futuros ingenieros adquieren conocimientos para ejercer con mayor frecuencia estos experimentos, que de cierta manera minimizan la demanda de luz eléctrica proveniente de fuentes que afectan al ecosistema”.
Además, el catedrático insiste en la importancia de los materiales reciclables para este procedimiento y cómo el tratamiento de residuos cumple un papel fundamental en las corrientes renovables. “Es un aporte positivo a la mitigación del calentamiento global, debido a que no produce gases de efecto invernadero ni subproductos peligrosos para el hábitat, sino que contribuye al desarrollo sostenible por medio de recursos más económicos como son las plantas solares”, puntualiza.
Para la Alma Máter es satisfactorio que los profesores sigan estas iniciativas que no solo aportan conocimiento, sino soluciones a las problemáticas del cambio climático. “Este es un primer paso para comenzar de una forma más sencilla a reutilizar los residuos generados por las actividades de la vida social, transformar dicha materia prima y reincorporarla a la existencia productiva”, añade el alumno, Juan Camilo Palacios Oliveros.