Destitución e inhabilidad general por el término de 12 años fue la sanción impuesta por la Procuraduría General de la Nación a Kelvy Jossier Alcendra Cotes, un docente de aula grado 2° que realizó actos sexuales violentos a un estudiante de la Institución Educativa Técnica Internado Indígena San Antonio de Aremasani, con sede principal en Manaure, La Guajira.
El ente de control comprobó en fallo de primera instancia que, aprovechando su posición, el disciplinado tocó las partes íntimas y tuvo conductas indebidas con un alumno de 18 años de edad dentro de las instalaciones del plantel, con la excusa de hacerle una recuperación de la materia de Ciencias Naturales y Química.
Para la Procuraduría, no es aceptable desde ningún punto de vista, que un profesor se valga de estrategias hostiles como amenazar a un estudiante, con el argumento de que le va a hacer perder el año si no accede a sus pretensiones con fines sexuales, tal como lo hizo con su víctima Alcendra Cotes.
A pesar de que el servidor público debía tratar con respeto a sus educandos, incumplió el deber funcional que le fue encomendado, de formar integralmente a los miembros de la comunidad educativa que se encontraban bajo su custodia, agregó la Entidad.
El ente de control sentenció que el educador no se ajustó a su rol de autoridad escolar “bajo una orientación basada en principios éticos y morales, y con respeto de la dignidad humana (…)”, contrariando con ello el principio de moralidad que impone a los educadores ser ejemplo de rectitud, honorabilidad y confianza.
La falta de Alcendra Cotes fue calificada como gravísima cometida a título de dolo. El apoderado del disciplinado interpuso recurso de apelación ante la Procuraduría Delegada de Juzgamiento Disciplinario.